martes, 15 de marzo de 2011

CHICANO POWER



Chicano power


La frontera entre Estados Unidos y México es mucho más que el confín de un estado. Miguel Méndez la describe perfectamente en su novela Peregrinos de Aztlán:

“Cientos de miles invaden la frontera con los Estados Unidos; en el trayecto van sembrando sus voces como una enredadera de lamentos, como un rosario de blasfemias, como una escalera de preguntas sin respuesta. Voces paridas por la entraña de la tierra. Hombres que han habitado el espacio pegados a la tierra como los cactos y el maíz, caminan empujados por el imperativo vital de los alimentos. Desembocan todos en las carreteras peinando los montes con sus pasos sangrados. Van todos a los Estados Unidos como a una meca de hambrientos. Muchos se mueren debajo de los puentes, en lechos de arroyos o a la vera de los caminos, igual que el ganado y los animales del monte”. … “Por días y días cruzan el territorio para pasar el río o brincar el alambre y llegar por fin a partirse el alma por unos dólares que cambian por salchichas, pan, frijoles. ¡La migra! Los border patrol, arrestando wetbacks, maltratándolos, encarcelándolos, porque violan las leyes trabajando en tierra ajena.”


Los artistas chicanos reclamaban soluciones sociales promoviendo el chicanismo en beneficio de sus respectivas comunidades, escasamente representadas. Buscando sus raíces mexicanas, se formaron teniendo en cuenta la herencia de los artistas mexicanos modernos vinculados a la etapa posterior a La Revolución. Ideológicamente vinculados al más amplio movimiento de arte popular, los primeros artistas chicanos estuvieron influidos por el renacimiento del muralismo mexicano (1920-1930) que siguió la Revolución Mexicana (1910-1917).
 
Los grandes muralistas mexicanos, Rivera, Orozco y Siqueiros, fueron motivo de inspiración para la creación del Public Works of Art Project (PWAP, programa iniciado en 1933 dentro de la política New Deal aplicada por Roosevelt), que no solo proporcionó trabajo a los innumerables artistas estadounidenses desempleados, sino que también registró y reflejó el idealismo del New Deal en muros y paredes de edificios públicos por todo Estados Unidos.

A pesar de compartir el estatus de Repúblicas independientes- Estados Unidos desde 1776, y México desde 1822-, las relaciones entre ambos países nunca fueron buenas. A mediados del S.XIX, cuando EE.UU comenzó su política expansionista, se enfrentaron por el control de Texas. La guerra, que duró de 1846 a 1848, y concluyó con el Tratado de Guadalupe Hidalgo, arrojó un balance de 40.000 muertos. México, vencido, cedió los territorios del actual suroeste norteamericano, equivalentes a la mitad de su extensión. Desde entonces, la frontera natural entre las dos naciones quedó delimitada por el Río Grande o Bravo, según desde qué orilla se mire. La transferencia territorial y su consecuente ruptura cultural hicieron surgir los primeros mexicano-norteamericanos.
En un principio, el Tratado de Guadalupe Hidalgo permitía a los (ex) mexicanos conservar sus tierras, utilizar su lengua y contar con los mismos derechos que los ciudadanos norteamericanos. Sin embargo, no podían obtener la nacionalidad, salvo que fuesen “blancos” o “españoles”. Los de clara ascendencia india vivirían como eternos extranjeros en su propia tierra. En 1859, Juan Cortina encabeza una revuelta (The Cortina war) como protesta por el maltrato del que eran objeto los mexico-texanos.
En 1910, con La Revolución Mexicana, comienza la primera emigración a gran escala hacia el país vecino, necesitado de mano de obra para la construcción de su red ferroviaria. En 1929, abrumado por la Gran Depresión, Estados Unidos pone en marcha un “programa de repatriación”, por el que casi medio millón de mexicanos, muchos de ellos ya ciudadanos norteamericanos, son “devueltos” a México. En la ciudad tejana de Corpus Christi se registra la primera reacción importante: la creación de la liga de ciudadanos latinoamericanos unidos (LULAC, League of United Latin American Citizens).

En el verano de 1943, en pleno fervor patriótico, tienen lugar en Los Ángeles los motines conocidos como Zoot-Suit Riots, que se extendieron a San Diego, Filadelfia, Chicago y Detroit.
En 1954 se inicia la operación Wetback, que supone la deportación en solo tres años de dos millones de trabajadores indocumentados.
Pocho, título de la primera novela escrita en inglés por un mexicano-norteamericano, José Antonio Villarreal, se publica en 1959. Pocho era el término despectivo que los mexicanos dirigían a los chicanos, acusándoles de negar su herencia mexicana, cuando en realidad, estaban privados de la posibilidad de aprender y utilizar su lengua en las escuelas.
La huelga de los trabajadores agrícolas organizada por César Chávez en 1965 en California, que se denominó “La Causa”, y la lucha emprendida por Reies Tijerina para protestar por el despojo territorial del que fue objeto la comunidad mexicana a partir del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, fueron las primeras manifestaciones organizadas de un descontento latente que movilizó a varias organizaciones. Éstos plantearon sus demandas y pusieron en práctica diferentes tácticas de lucha que conformaron lo que se denominó el Movimiento Chicano, así pues, el movimiento chicano nace a principios de la década de los sesenta, como respuesta generacional al sentimiento de alienación experimentado por los México-norteamericanos. De un lado, no se identifican con el mundo de sus progenitores, cuyas costumbres ni siquiera comprenden, y, por otro lado, son conscientes de su situación de exclusión de la cultura dominante, cuya lengua, sin embargo, comparten.
El movimiento chicano se constituye como una suma de campesinos, estudiantes, artistas e intelectuales atrapados entre dos culturas. En 1966, en Denver (Colorado), el ex boxeador Rodolfo “Corky” Gonzáles funda la cruzada por la justicia, que en 1969 convoca la conferencia de la juventud para la justicia. Ante más de tres mil asistentes, el dramaturgo Luis Valdez y el poeta Alurista presentan el Plan Espiritual de Aztlán, documento que propone un camino a seguir para la mejora de las condiciones socioeconómicas, políticas y culturales. Varias asociaciones estudiantiles, a las que se unen jóvenes latinos no originarios de México, irrumpen con fuerza en el territorio chicano: MAYO (Mexican American Youth Organization), La Raza Unida en Texas y MECHA (Movimiento Estudiantil Chicano de Aztlán) en California.
 

El plan Espiritual de Aztlán marca el nacimiento del arte chicano, cuya primera etapa se extiende hasta finales de la década de los setenta.

Los muros pintados que comienzan a surgir por todos los barrios chicanos exponen la realidad de la comunidad, y plantean reivindicaciones. En una subversión teñida de ironía, los murales combinan efigies indigenistas y post-colombinas, vírgenes y deidades, figuras revolucionarias y calaveras de José Guadalupe Posada, cuyos grabados habían dado expresión artística a La Revolución Mexicana.

La imagen de la Malinche, es tan reproducida como la de la virgen mestiza de Guadalupe, icono de la guerra de independencia mexicana. Podemos ver la imagen de la Virgen de Guadalupe como insurgente, pistolera, espalda mojada,… todo se reinventa en la lucha por la Raza.
El muralismo chicano contribuyó al resurgir del interés estadounidense, y norteamericano, por el arte popular. La realización de murales se hizo más frecuente, desmitificando la expresión popular, lo que atrajo el interés de la comunidad.

La producción de la mayoría de los primeros murales se realizó con escasos medios, sin ayudas ni fondos públicos, lo que servía para que los artistas recalcasen aún más su intención de cambio y de revolución.
Los primeros murales chicanos se centraron en temas raciales, étnicos y de clases sociales, que creaban especialmente vínculos con la experiencia chicana, aunque también se ocupaban de temas relevantes para la clase obrera y para los pobres de todo el país. Los artistas tendían hacia el estilo figurativo y el realismo, de fácil lectura para el pueblo. Con vista a realzar la importancia de su origen indígena, reproducían imágenes recuperadas de la historia precolombina.
David Ávalos y Guillermo Gómez-Peña, cofundadores del BAW (Border Art Workshop-Taller fronterizo), se dan a conocer en los años ochenta con performances, instalaciones y vídeos provocadores y a menudo humorísticos, siempre relacionados con la cultura de la frontera.

La Raza de Bronce sigue luchando por los derechos de la comunidad. Las nuevas generaciones han mamado la pasión del movimiento, y han sabido adaptarlo a los tiempos que corren. El tema de la frontera, presente de un modo u otro en su arte, denuncia la constante violación de los derechos humanos a ambos lados de la línea.
Literatura, pintura, performance,... al igual que el muralismo, el arte chicano vive en un constante proceso de reinvención. Con un lenguaje propio, con una lengua propia. No hablaremos de Spanglish, ya que con ello deberíamos hacer referencia a las diferentes variedades ya sea chicano, nuyorrican, cuban-american, y así un largo etcétera, hablaremos simplemente de lengua chicana, la que los identifica como pueblo.

A continuación veremos cómo se representa en las diferentes modalidades artísticas la conciencia fronteriza en el nuevo arte chicano.

Empezaremos con la obra de

Eugene Rodríguez



Eugene dice de su obra que:

"In these Dickensian times, while the “war on terror” rages on and as racist and xenophobic hostility against immigrants rises, the barrage of imagery we receive from corporate owned media seems bent on perpetuating a We-Are-The-World utopia more suited to consumers not citizens. Yet in these best and worst of times, it is important to not allow an historical amnesia to envelop this moment and hold it hostage.
My work (which includes film, video, painting and installation) investigates the ways in which transnational corporate media, while seeming to have a hold on the production/dissemination of information and entertainment, does permit for alternative means of image-making in order to forge openings of agency and resistance. This is something we desperately need to do in the twenty-first century as we grapple with transnational citizenship, labor practices, and human rights in a post-national world.
Aesthetically, I experiment with narrative to depict the various selves reflected and multiple identities refracted through a technological sieve/screen with an inherent feedback loop, which I call the “Echo” phenomenon. At a time when images can be recorded faster and disseminated with greater ease than ever before, I think it is important to cultivate critical inquiry. What is our relationship to these screens? What do they show/tell us about ourselves and our relationship to technology? Always on my mind is the question, “How can emerging new technologies, in contrast to mainstream media, be utilized to present a broader and more diverse showcase of people's lives?”



POLICING OF DREAMS



Su obra Policing of Dreams es un óleo en una base de aluminio. La intención del autor al utilizarlo fue asociar la superficie al material utilizado en la fabricación de bombas nucleares. Como escenario de fondo tenemos una panorámica desde un helicóptero. En primer plano hay siete personajes: tres soldados, tres chicanos y un charro.
En primer lugar, vemos un soldado que ocultando el rostro clava su mirada desafiante en el espectador. Representa la autoridad, el gobierno y, por qué no decirlo, la prohibición, el acoso y el miedo. A continuación se representa la nueva generación de chicanos y chicanas, en la que se lucha por la igualdad de la Raza. El chicano sostiene en su mano una botella de agua, el agua que cruza la frontera en manos de braceros soñadores.

En el centro vemos una pareja de soldados. Con ello, Eugene, quiere mostrar la frontera que hay entre hombre y soldado, porque en el ejército, no hay lugar para la homosexualidad. Junto a los soldados, vemos una chicana de mediana edad, madura, segura de sí misma. Activista que luchó en el movimiento por los derechos del pueblo chicano, y que ahora tiene un cargo importante en la comunidad. Es esposa y madre, pero sobre todo es mujer, es chicana, y se siente orgullosa de ello.
Finalmente, vemos el charro, personaje que representa el folklore, la tradición, las raíces por las que el pueblo chicano ha luchado y sigue luchando.
En cuanto a simbolismo, Eugene representa la frontera entre los EE.UU y México a través de una línea roja que divide la imagen en dos. El color rojo es un homenaje a todos aquellos que en busca de una vida mejor se quedan por el camino. Detrás del charro hay un reloj. Es una referencia al pueblo donde nació Eugene, Oxnard, en el sur de California.
En primera línea vemos unas amapolas de opio, con lo que se representa el contrabando que cruza de un lado al otro la frontera.
Con esta pintura, Eugene Rodríguez refleja la frontera política y psicológica. Denuncia el miedo que el gobierno de EE.UU impone a sus ciudadanos. Cómo utiliza ese miedo para hacerles ver que si no comparten su filosofía no son patriotas, llegando a hacerles creer que la frontera es algo necesario, y que deben proteger su país. A través del miedo es muy fácil persuadir a la gente, controlar sus sueños y deseos, porque harán lo que sea para poder ofrecer una vida mejor y segura a sus hijos.

Una de sus últimas instalaciones se llama: The New Rome




Se trata de una jaula que parece un artilugio de la Inquisición. Con esta "Installation" Eugene continúa trabajando el tema de la frontera con los EE.UU. como imperio de fondo. Se trata de una jaula psicológica. El gobierno repite una y otra vez que "tienen enemigos y que necesitan una cerca para protegerse de los bárbaros". Eugene compara este hecho con la obra de George Orwell, 1984, donde el miedo es una prisión mental y espiritual.
La jaula, con forma fálica, está disfrazada con una capa que simula ser la bandera norteamericana. Está sucia y rasgada. En lo alto de la jaula hay un tocado que está hecho con plumas azules de águila. Simboliza el genocidio de los indios americanos. En lo alto hay también una especie de corona con trece estrellas, representando las colonias originales. Las estrellas están hechas con cuchillas de afeitar, representando las dificultades para la entrada y salida del país.
Dentro de la jaula, en el suelo, hay una moneda de oro repujada con el sello de los EE.UU como símbolo del "American Dream".

Delante de la obra hay un texto que dice:


"No Barbarians Allowed-Entree Interdite aux Barbars-Entrada prohibida a los Salvajes"




CARLOS CARTAGENA










Carlos Cartagena es un artista salvadoreño residente en los EE.UU desde hace 18 años.

"Desde que llegué a este país me he dedicado al oficio del arte de manera profesional y aunque venía cargado de imágenes fuertes de mi tierra natal por haberme desarrollado en el tiempo de la guerra civil también traía imágenes dulces y simples de la vida cotidiana. A través del tiempo he venido proyectando todo eso en mi trabajo y ha habido temas recurrentes en mi desenvolvimiento artístico, uno de ellos y entre los más fuertes es el tema de la migración. Este tema ha ido madurando junto a mí como ser migrante, ya que al principio aún experimentaba los miedos de mi aventura cuando decidí cruzar la línea. Tuvieron que pasar algunos años para que pudiera olvidar el sonido del helicóptero que como roedor intentaba roer las memorias de mi niñez.
Con el pasar de los años el tema de la migración se escondía entre mis recuerdos y así daba paso a aquellos con los que también fui construído de niño. Luego, me di cuenta que ya llevaba varios años solamente mirando al sur y de alguna manera negando que también de esta lado (Estados Unidos) hay luchas que tienen que ver con mi historia como inmigrante. Y es así como de manera natural resurge mi necesidad de retomar el tema migratorio, cada vez que esto ocurre me doy cuenta como cambian mis conceptos sobre éste fenómeno."



SILUETAS



Su obra Siluetas son, como su nombre indica, unas siluetas a tamaño natural hechas de triplay de 5/8 de grosor. Están tapizadas con historias y experiencias de migrantes centroamericanos. Este material fue recopilado a través de talleres que invitaban al participante a compartir su experiencia migratoria a través de cartas, poemas, o letras de canciones que le recordaran el viaje, o bien fotografías, y documentos de identificación que denotan, o marcan en cierta forma el hecho de ser inmigrantes. Este proyecto se inició en Richmond, California en el 2004 y ha viajado por algunas ciudades de California y México. En diciembre del 2007, participó en una exhibición en Movimiento de Arte y Cultura Latinoamericano, MACLA, San Jose, California.

Con su obra expone que la migración es un fenómeno natural que algunas especies hemos creado como mecanismo de supervivencia. Que migrar es una acción positiva si es voluntaria, ya que con esto practicamos el derecho de libre movimiento, abrimos nuestro mundo, conocemos el mundo de otros y celebramos las diferencias. "Al mismo tiempo puede ser un suceso que puede marcarnos para toda la vida de forma negativa cuando somos forzados a dejar nuestro lugar de origen teniendo que abandonar nuestra cultura, nuestra lengua y relegar nuestra identidad a la sombra para convertirnos en simples siluetas pregoneras de nuestro origen".
"...Y con las Siluetas mi exhortación es para aquellos que se creen sedentarios a que vean un poco más allá, despojándose de prejuicios cuando se encuentren con un migrante, para que a medida que se acerquen puedan descubrir de una vez por todas que están frente a su semejante."



SANTIAGO VAQUERA

Santiago Vaquera se define a sí mismo como un Border Crosser. Escritor, pintor, Dj, profesor en la University of Iowa, y croseador de fronteras por naturaleza. Sus cuentos, escritos en Spanglish, muestran frescura e ingenio con la frontera como escenario.



La línea
El agente me miraba, pero yo sólo me veía a mi mismo reflejado en sus oscuros lentes de sol. Me hacía las típicas preguntas. Ya las conocía de antemano. Pero tenía que portarme como si fuera la primera vez que las escuchara y tomarlas tan en serio como si fuera una entrevista para un jale. Un jale donde tendría que arriesgarme la vida: con el tráfico incesante del sur de California; con las paradas de la migra; con los helicópteros —de los noticieros, de la policía estatal, de las fuerzas armadas y de la migra— sobrevolando el paisaje; y con las demás daily difficulties que hacen vivir en los bordolands tan distinta. Never a dull moment. Non-stop excitement. Eso es lo que la entrevista migratoria en la línea ofrece. Un other side que es como this side pero con gobierno distinto y actitud similar.
Las preguntas:
What was your purpose for your visit to Mexico?
What are you bringing from Mexico?
A veces otras preguntas, dónde nació, a dónde va, de quién es este carro. Si quieren, pueden repetir la misma pregunta hasta cinco veces.
Pensé que mejor debería haberme quedado en Tijuana, sentado en una terraza al lado del mar, una línea de chelas —Tecate, Pacífico, Sol, lo que venga— esperándome mientras veía el sol adentrarse en el mar. Y después cruzar la calle a jugar billares con la cuadrilla de siempre, bebiendo Tecate y escuchando música de los 80 en la rocola. Pero no, allí estaba. En la línea.
Mientras el oficial me interrogaba con las preguntas de rutina quise contestar:
Para perderme un rato.
Nada más que un PowerBook lleno de imeils e historias, un cuaderno lleno de apuntes y una cámara vieja con fotos de varios sitios. Básicamente, soy contrabandista de memorias, a smuggler of tales, traficante de historias a la deriva.
¿Pero qué entenderían ellos a quienes nunca les llegó los blues? ¿Qué entenderían de un road trip por el southwest en un itinerario conectado por visitas a los cuates? Seguro que ni les había llegado José Alfredo. Es bien sabido, José Alfredo no habla con la migra
Where am I going?
A dónde voy?
Home. Me voy a mi home.
Pero no supe en ese momento dónde quedaba. Me miraba reflejado en los lentes del agente, escrutándome para poder entrar a mi país, aunque ya no sabía dónde se localizaba. Y se me ocurrió que preferiría instalarme allí. Que mi home estaba allí, allí en ese espacio entre los dos países. Fijado en ese momento, sin avanzar ni retroceder. Quería quedarme allí. Para pensar en qué iba a hacer. Hacía dónde iría.

 

LA POCHA NOSTRA



En 1993 Guillermo Gómez-Peña, Roberto Sifuentes, y Nola Mariano fundaron La Pocha Nostra en Los Angeles, California. En 1995, La Pocha Nostra se trasladó al distrito de La Misión, en San Francisco. Su trabajo incluye una amplia gama de proyectos, desde unipersonales y dúos de performance, hasta grandes instalaciones que utilizan video, fotografía, audio y cíber-arte.




Con la frontera como escenario, desvisten tabúes enfrentándose a la realidad de la psique humana en todos sus aspectos: miedos, fantasías, xenofobia,.. En sus performances encontramos parodia, sarcasmo, crítica, poesía, spanglish, humor, ... vemos la realidad de las identidades híbridas y del mundo que las envuelve.
Algunos de los miembros habituales son: Guillermo Gómez-Peña, Roberto Sifuentes, Violeta Luna, Michéle Ceballos, James Luna, ... además de muchos otros artistas que colaboran con ellos esporádicamente.


BORDER INTERROGATION

How many of you consider yourselves pure blooded “whites”?
What about “people of color”?
And the rest? Que son transparentes?
Any “illegal immigrants” in the audience?
People who once were illegal perhaps…besides me?

What about people who married an “illegal alien”
to help them get their green card?
(If so) hey that’s transnational solidarity
Any people who have hired undocumented migrants
for domestic or artistic purposes?
Yessss! To do what exactly?
How much did you pay them?
Thanks for your sincerity (miss or mister).
By the way, did you ever suspect them
of any form of criminal behavior?
You know, the gardener or the nanny
Belonging to a dormant cell…or to the Tijuana Cartel
Has anyone here ever reported a “suspicious” foreigner
to your local Homeland Security office? No one?
What an enlightened community
I did, last week
I saw these 2 guys in my building
They looked like they were from Iowa
I was scared!
But let’s return to the script, and get a bit more personal, ok?
People who have had sex with an “illegal alien” in the last month?
See, that’s political!
What about sex with an alien, I mean abduction?
Can you please describe their genitals in detail? Just kidding’
Now on a different subject matter, intercultural fetishes,
Have any of you ever fantasized about being from another race
or culture?
Which one? Black, Indian? Mexican? French? Arab?
Why?

Thanks for your candor.
Now, let’s reverse the gaze,
Would anyone like to ask me a question, any question,
as irreverent or indiscreet as it may be?





Hace un mes tuvimos el placer de compartir una semana maravillosa con toda una serie de artistas chicanos que vinieron a Barcelona para participar en las II Jornadas Chicanas celebradas en Casa Amèrica de Catalunya. Entre todos conseguimos evaporar el charco y hacer que un pedacito de Aztlan y un pedacito de Catañolandia se unieran en una perfecta simbiosis.






Desde aquí, quiero agradecer a todos y cada uno de ellos su asistencia,
su cariño, su humildad y su magia.


Mil gracias Rolando por la energía que nos aportas cada vez que estás con nosotros.









Mil gracias Tino por tu poesía y sencillez.




Mil gracias Norma y Elvia por vuestra simpatía y carisma.


Mil gracias Paul y Marta por vuestra dulzura.

Mil gracias Santiago por tu amistad.

Mil gracias Ilan por tu espontaneidad.





Mil gracias Guillermo por tu envidiable locura.

Mil gracias Roberto por tu sonrisa.

Ha sido una auténtica delicia teneros con nosotros, y espero que nos veamos muy pronto.

Si dentro de unos meses notáis un ligero movimiento de tierra no os asustéis. Será la señal de que el terremoto Pocha Catalana ha llegado a los Esteits para unirse a la Revolución.


Raquel Delgado. Barcelona, 2008.

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