miércoles, 23 de febrero de 2011

ESENCIA



En esta noche de bohemia poesía
he descendido a las profundidades de Mictlán
para mutilar las cicatrices que enmarañan mi desnudez,
para liberarme de las cadenas irrelevantes
que cubren mi indómita lengua
y mostrarme ante ti en deshuesada esencia,
sin márgenes en blanco,
sin pausas,
ni silencios.

En esta noche de bohemia poesía
me reinvento sin atrezzo, ni sombra,
me recreo en el misterio,
en el enigma que me colonizó,
que se aferró a mi vientre maduro
cubriéndolo de indeleble deseo.

Fuimos designios del maquiavélico
juego de Mefistófeles,
quien cruzó nuestros erráticos caminos
con el propósito del reencuentro,
sin contar con el recuerdo perspicaz
que nos devolvió al lecho de plumas,
y flores amarillas, allí,
en Aztlan,
donde nuestros cuerpos
una vez lucharon
absorbidos por el éxtasis,
cubiertos de besos
y caricias,
flotando en un mar de fluidos,
en un mar de flujo, saliva y sudor.


Completamente rendidos el uno al otro,
Unidos para siempre,
para siempre,
gemido y orgasmo.

El recuerdo se hizo presente,
y el miedo me convirtió en absurdo,
maldije mi soberbia vulnerabilidad,
y callé como una puta.

Esta noche,
noche de bohemia poesía,
me enfrento a mí,
embriagada de amor y locura,
te observo en la distancia,
y te deseo más que nunca.

Mis pechos anhelan las caricias
de tu lengua canela,
y sé que tu lengua anhela
las profundidades de mi sexo dilatado.

Mi cuerpo se estremece a ritmo de bolero,
imagino mis garras penetrando tu espalda desnuda,
y protegiéndote en la batalla como Cihuapipiltin,
luchar junto a ti
en esta implacable revolución,
en este Comala
de muertos vivientes,
en este monólogo,
metáfora de lo que somos.

No precisamos más discursos,
los dos lo sabemos,
todos somos Joaquín*,
todos somos vencedores y vencidos,
y aún así,
no colgaremos las vestiduras,
y como quijotescos hidalgos
seguiremos el camino,
en defensa
de la libertad.

En esta noche de bohemia,
con o sin poesía,
quiero ser el látex que cubra tu cuerpo,
y vomitar,
y escupir,
y desprenderme de este silencio
que estrangula mi garganta.

Quiero extenderme como pandemia
por cada poro de tu piel,
y exiliarme en tus brazos sin vacilar,
tragar cada uno de tus inconexos pensamientos,
habitar en tus declinaciones,
ser litografía entre tus manos.

Lo confieso,
esta noche te amo,
te amo más que nunca,
te amo con o sin ti,
te amo hoy,
como ayer,
como siempre,
pero nunca así.

Y grito,
y me desgarro,
sin sollozos,
ni enigmas,
ni metáforas,
en esta noche oscura.

No desdiré ni una palabra al despertar,
las asumiré aún siendo fútiles.

Tan solo,
saborea cada una de mis paranoias relevantes,
penétrame una vez más,
y no temas besarme,
pues el único elixir que
encontrarás en mis labios
seguirá siendo poesía.
 

* Hace referencia al poema "I am Joaquin"/"Yo soy Joaquín" de Rodolfo "Corky" Gonzales.

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